jueves, 24 de enero de 2008

MUERTE Y PASIÓN

Hace ya muchos años que dejé de llorar por mis personas queridas al abandonar este mundo. Quizás porque tuve que enfrentarme a ello muy temprano. Hay quien pensará que soy un ser insensible, pero nada más alejado de la realidad. Simplemente he llegado a comprender que la muerte no es otra cosa que la esencia de la propia vida, y como tal, no existe nada de trágico en ello… siempre y cuando esa vida haya sido APROVECHADA al máximo cuando llega a su fin. En otro caso, sí sería una verdadera tragedia.

Cuando digo a alguien que la muerte me PONE, sé que puede pensar que estoy loca. Pero no intento que la gente comparta mis criterios, ni tampoco busco o pretendo que nadie me comprenda. Es un tema difícil de explicar… pero cuanto más de cerca he visto a la muerte, más NECESIDAD he tenido de sentirme viva… Y por eso, siempre que la muerte merodea a mi alrededor, mientras el resto del mundo se empeña en volcar mares de lágrimas que nunca sintieron, yo comienzo a experimentar un ANSIA implacable por aferrarme al cuerpo desnudo de mi amor, y venerarlo, gozarlo, disfrutarlo y amarlo hasta el límite de la PASIÓN… porque ésa es la sensación más vital que conozco, y la única que puede realmente VENCER a la muerte. Será que en el fondo, muerte y pasión no son más que dos caras de una misma moneda.

Podrán decir que estoy loca… Yo prefiero sentir que sigo VIVA.

Para todos los que se fueron ya.
Porque la muerte no puede arrancaros de mi corazón.

1 comentario:

Un travieso curioso dijo...

Cire...

Quien piense que eres insenible que lo piense.

Todos hemos de encajar la muerte en nuestra vida, de una manera u otra hay que encajarla, y quizás como tu dices, más aún cuando se siente cerca.

Hay gente que lo hace apoyandose en una religión, otra en la ciencia, pero tu.....

Tu lo haces mirando hacia la vida. No me siento demasiado lejos de ti en tu razonamiento. La muerte en cualquiera de los casos supone un fín, y no es como dejar de trabajar en una empresa, que siempre puedes volver, ese fín no tiene retorno.

Como tu dices, la vida es para vivirla, o como puede que en nuestro caso, para beberla a tragos, no quiero entenderla de otra manera.

Con mi cariño mas sincero.

Jose.