Te deseaba mucho, tú bien lo sabes… Y ¡¡¡Dios, sí, me ENCANTÓ!!! pegarme a tu boca y besarte largamente como ambos deseábamos desde hacía tanto tiempo, ¿me equivoco?. Cuando entramos en aquel local oscuro, y palpaste mi culo por encima del pantalón, empecé a vibrar de DESEO. Estaba claro que la noche no había hecho más que empezar. Y estaban cayendo las últimas barreras. ¿Lo que más me gustó? Sentirte DETRÁS de mí, ardiéndote la piel de ganas, y susurrándome al oído “hoy quiero tenerte solo para mí”… hmmm… eso me puso a cien.
Me MUERO por volver a tenerte frente a mí, cara a cara, por volver a sentir tus susurros en mi oído, tus besos en mi nuca, tus manos en mi piel... quiero acariciarte lentamente, mirarte a los ojos... y quiero hacerte mío, hasta oírte suplicar “¡BASTA!” de puro deseo contenido.
Igual que en aquella noche PROHIBIDA.
Para ti, J.R.
Por brindarme tu dulzura y fuego, a partes iguales.