Recuerdo que de pequeña uno de mis juegos favoritos era el de ”la guerra de barquitos”, o por otros muchos también conocido como “HUNDIR LA FLOTA”.
Un simple papel cuadriculado bastaba para construir un tablero improvisado, hecho a golpe de boli azul, con una rejilla numerada de 10 casillas, o tantas como se pactase… 1,2,3,4,5... A,B,C,D,E... Un minuto para colocar tus naves… y ya estabas listo para empezar a jugar.
Delante de ti, frente a frente, tu rival. Pero convenientemente separados por un cartón, una caja, o un libro de texto de primaria abierto con el lomo boca arriba, a modo de tienda de campaña… (hoy día, con lo que cambian los tiempos, quizás sea por la pantalla de algún ordenador).
Y por delante, un reto, toda una estrategia por descubrir, poco a poco, sin prisas… Silencio a ambos lados, y todo tipo de conjeturas sobre el punto de esa cuadrícula donde el otro puede ESCONDERSE… y donde ambos están condenados a ENCONTRARSE. Una voz musita en apenas un segundo, un código secreto al que se le responde de inmediato, y que les hace cómplices en su juego. A flor de piel, la tensión de mostrar una parte de ti, de buscar una parte del otro, el placer de la victoria al acertar alguna de sus naves, unida a la agonía de irse sabiendo descubierto… tocado… y hundido.
Se dice de mí que soy una mujer tremendamente juguetona, y quienes lo dicen, siempre acompañan sus palabras con una sonrisa de complicidad. Y a mí, particularmente, esa sonrisa me ENCANTA, porque muy en el fondo sé o me gusta creer, que está provocada por algún recuerdo especial que algo tiene que ver conmigo, y que en ese preciso instante volvió a estar vivo en su mente.
Tengo una hoja de papel cuadriculado y también un boli azul… y he pensado que me encantaría ver en tu rostro, algún día, ese TIPO de sonrisa.
¿Jugamos...?
Para A.T.
Porque creo que serías un oponente delicioso.
7 comentarios:
Bueno, el juego de los barquitos es tremendamente simbólico: ir descubriendo poco a poco lo desconocido.
El sexo en la pareja no es más que eso: un juego de barquitos.
C3... ¿tocada?
Te echo en falta,...
Besos, UHL
Te echo de menos.
Besos, UHL
Todo lo que dices sobre ti espolea mi imaginación. Pero más allá de eso están esos labios seguramente tan apetecibles como los míos
Es bueno ser juguetona, a mi me encanta jugar, creo que es lo mejor sobre todo en algunos momentos mmm. Un besito me gusta tu lugar, volveré.
Después de leer varios de tus post yo jugaría contigo a lo que haga falta
Gracias a todos por haberme dejado jugar, aunque sea un poquito, con vuestra imaginación.
Besitos juguetones a repartir...
Cire
Publicar un comentario