jueves, 31 de diciembre de 2009

ADIOS 2009... HOLA 2010.

Porque todo lo que deseo para este nuevo año es seguir compartiéndolo con todos vosotros.

¡¡¡2009 besos y 2010 abrazos para empezar el nuevo año como es debido!!!

martes, 29 de diciembre de 2009

SIRENA


Escucho tu canción una y otra vez. Puro masoquismo.

Tu voz me fascina, y como la de una SIRENA, -la bellísima sirena que yo vi en ti-, tu voz me invita a naufragar, debatiéndome en una sangrienta lucha cuerpo a cuerpo, entre el egoísmo y la razón.

Difícil ELECCIÓN. Tú o yo.

Afortunadamente para ti, mi razón gana.

Y me invade tanto orgullo personal por esa amarga victoria, como tristeza resignada por lo que no pudo ser. No entonces. No ahora. Y quizás NO nunca.


Mi único consuelo, es la SECRETA esperanza de que quizás llegue un día, en que ya no necesite echar mano de mi egoísmo para volver a buscarte.

CANTOS DE SIRENA– Inma Serrano
[...] y sé que cuando te marches
podré sentirme dichosa
sabiendo que me has querido
lo mismo te quiero yo [...]

Para A.
Sobran más palabras.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

CHERRY & CHILLI

...
PERDICIÓN es su segundo nombre.

La mía, concretamente.

Cuando me INYECTA su pasión en vena, directamente desde sus ojos, mis pupilas restallan con el choque de adrenalina y le retan abiertamente, mostrando el OSCURO objeto de nuestro deseo... Inocente y perversa, me muerdo despacito los labios y mi lengua jueguetea traviesamente, esperando su boca.

Boca que llega, siempre ANSIOSA de mí, de nuestros besos caníbales, esos que nos enzarzan en verdaderas batallas campales, de ósculos malditos y labios justicieros, que luchan INCANSABLES hasta triturar toda la esencia que se interpone entre nosotros.

Nos chupamos, nos lamemos, nos masticamos y nos bebemos, hasta que el dulce jugo resultante REBOSA, rezuma por entre nosotros, inundándonos la piel, la barbilla, y hasta los carrillos... Un JUGO que a la vez nos licúa y nos abrasa por dentro... oscuro... palpitante...

FUERTE... como el vínculo que nos une.
INTENSO... como cada momento que compartimos.
PICANTE... como cada una de las miradas que nos cruzamos.
DULZÓN... como el fondo de nuestras intenciones.

Nos separamos, de repente, y sonreímos como niños al vernos las caras tras nuestro lance. Churretes CHIVATOS de color marrón siguen aún deslizándose por entre nuestras comisuras.


Quien lo probó lo sabe.

Porque sin duda, ésa es la MEJOR forma de compartir el mejor CHOCOLATE.

Por el mejor chocolate del mundo...
(Lindt 70% Dark - Cherry & Chilli filling)
Y para J, por saber cómo compartirlo.

miércoles, 5 de agosto de 2009

DIOSA

...
LA VISIÓN DESDE EL OLIMPO
...
No puedo explicarlo.
No me vienen las palabras.
Quizás porque ni reuniendo todas las palabras del mundo, podría llegar nunca a describir ni un ATISBO de la formidable INTENSIDAD que me brinda su mirada. Como tampoco podría llegar a explicar en miles de versos inútiles, lo que siento cuando a través de esa mirada, me permite LEER abiertamente las páginas de su alma.

En verdad, no puedo explicarlo.
Cuando él me mira, sus ojos me devuelven el reflejo de una DIOSA.

SU diosa.
La única con el poder de regalarle unas ALAS para volar en sueños, hasta donde yo camino, el Olimpo donde vivo, y único lugar adónde siempre desea volver.

Y cuando él me mira, de ESA manera, río y me estremezco, y tiemblo, henchida por la emoción, desbordada por los sentimientos, ORGULLOSA de ser la princesa de cuento de nuestro reino inmaterial. Un reino tan frágil, sutil, fugaz y delicado, como una pompa... como la BURBUJA en la que ambos misteriosamente nos sumergimos. Un espacio donde el tiempo se detiene, y donde él se hace GRANDE, inmenso, inconmensurablemente bello, rendido FELIZ a mis deseos y a mis pies, mientras yo le sonrío sentada en mi trono, situado sobre en el monte OLIMPO de mis infinitos tacones.

Quizás no llegue nunca a poder explicarlo.
O puede que deba empezar a creer, que de algún modo el pie encontró al fin… la HORMA de su zapato.

Para J.
Desde hoy, mi más devoto servidor entre los
mortales.


LA VISIÓN DESDE EL REINO MORTAL

Cada vez que leo a mi DIOSA, consigue hacerme volar, crear una sensación indescriptible en mi interior.

Pero no sólo me pasa al leerla, sino cada vez que pienso en Ella, en los instantes compartidos, al pensar en sus gestos, en su sonrisa, al imaginar su tono de voz, o todos y cada uno de sus movimientos…

Al inhalar bocanadas de su esencia, consigue activar mis cinco sentidos y hacerlos fluir a un ritmo vertiginoso, a la vez que transmitirme una paz interior abismal.

Yo tampoco sabría describir todo lo que he sentido, pues ha sido como estar envuelto en un halo mágico, como estar VOLANDO sobre una nube de la cual no quieres bajar, una nube que te envuelve y te hace sentir especial, una nube que consigue hacerte diferente.
...

Han sido tantas las emociones, los sentimientos y las sensaciones que jamás podré olvidar, por la intensidad y ternura con la que han sido vividas, que sería incapaz de ordenarlas, pues no sabría cuál de todas ellas exactamente ha conseguido hacerme estremecer.

Gracias por compartir todos esos momentos, por hacer emanar de mis órbitas esas lágrimas de felicidad, por saber captar el mensaje de esas miradas cargadas de sentimientos.

Gracias por hacerme sentir especial.

Gracias por hacerme grande a sus pies.

Gracias... mi DIOSA.

martes, 23 de junio de 2009

ACURRUCADA

Noto mi mejilla, EMPAPADA.
Pero no pienso renunciar a ese sabor salado de tu SUDOR, desembocando en el perfecto delta entre tu pecho y mi cara. Sudor lúbrico, ardiente, sexual, BAÑÁNDOME en excitación y pasión animal CONTENIDAS, mientras tú, delicadamente, me recoges sobre ti.



Tu brazo me acurruca aún más a tu lado.

Tu BOCA me besa suavemente, con falsa ternura.

Tu voz ronronea en mi oído y me obliga a SABER cosas que disparan mi imaginación.

Tu tacto me acelera inequívocamente las entrañas.

Y sin embargo, permanezco quieta. INMÓVIL.

Miento.

Muevo mi pelvis con lentitud exacta, casi MEDIDA, para acompañar los movimientos de tus dedos, mientras se follan despacito a tu pequeña zorra.

Gimo, mientras tus PALABRAS se clavan en lo más hondo de mi placer…

GRITO, mientras me sujetas contra tu pecho sin parar de balancearte sobre mi raja.

Inundo tu mano, tras correrme de forma INMISERICORDE.

SONRÍO Pícara y veladamente.

Porque sé que te gustó tanto como a mí...

Hacerme sentir la NIÑA más puta del mundo.


Para C.
Porque no domina quien quiere, sino quien puede.

jueves, 18 de junio de 2009

PASSION TIES... (II)






Era una estampa realmente bella.
La tensa ESPERA siempre lo es.
Y la sensación de poseer el DESEO de alguien que se presenta ante ti, capaz de abandonarse a TI, de forma tan abiertamente obediente, aun sabiéndose vulnerable y desorientado, y a la vez tan ansioso y excitado por lo que vendrá… Hmmm, ÉSA sensación… es un dulce veneno que sólo quien lo probó sabe que jamás podrá olvidarla.

- “¿Estás nervioso… A?” – Le susurré en su oído al pie de la cama.
- “No, Miss…” - contestó displicente
- “Entonces… ¿por qué tiemblas así?” – sonreí mientras acariciaba con el dorso de mi mano su mejilla
- “Porque no sé que vas a hacer conmigo…”
- “¿Y eso te preocupa?”
- “En absoluto, Miss… confío en ti… pero estoy tan excitado…”
- “Muy bien… veamos cuánto… ¡Manos a los lados, palmas hacia abajo! – le ordené escuetamente - Y que no te vea yo moverte ni un solo centímetro de esta posición…”

La TENSA espera, de nuevo.

Mis dedos se deslizaron hábilmente, SIN tocarle, por entre la sábana que cubría su cuerpo desnudo. Y fui retirándola poco a poco de su piel, dibujando pequeños pliegues sobre sí misma, con una lentitud EXTREMA, rayana en lo exasperante. Cuando llegué a la altura de su cintura, casi podía escuchar el frenético pálpito de su corazón, luchando por salir de su pecho. La increíble VISIÓN de su torso al descubierto, su piel envuelta en gotas de un sudor nervioso y sensual, sus venas marcadas en aquellos brazos tensos, acompañando a sus manos inmóviles… ufff... CASI me hacen suspirar de puro placer.



Casi.
Una sabe cómo contenerse cuando es NECESARIO.
No así A, quien SI jadeó profundamente al sentir apoyar mi muñeca, separada tan sólo por la finísima sábana de algodón, sobre su miembro henchido y formidable. Y más aún, cuando la hice rodar intencionadamente a lo largo de su ERECCIÓN, siempre por encima de aquella maldita tela intermediaria. A suspiraba, y se revolvía, agitado, pero no varió ni un milímetro su posición… para verdadera satisfacción de su AMA.

- “A... ¿eres CONSCIENTE de que, debajo de esta sábana que apenas te cubre, estás totalmente desnudo y empalmado, ante una Mujer a la que casi ni conoces y ni siquiera puedes ver…?”

- “Buff… Miss, SÍ, soy totalmente consciente… incluso me da algo de vergüenza que me veas así…”

No había acabado aún de pronunciar esas palabras, cuando de un TIRÓN retiré totalmente la sábana de su cuerpo. Sus dedos se hincaron de golpe en el colchón. Y de pronto, su desnudez se había hecho abiertamente patente ante mí.

Muchos fueron los JUEGOS llenos de obediencia, deseo y complicidad que disfrutamos a partir de ese instante. Hasta que, en cierto momento, me acerqué de nuevo a mi bolso, donde junto con la venda negra habían viajado unas CUERDAS y mis tijeras para vendajes (jamás olvido las lecciones de un buen maestro).

A permanecía de pie en medio de la habitación, ciego y desnudo aún, y tan EXCITADO o más que el primer momento en que me escuchó entrar. Arrojé al suelo la primera madeja de cuerda. A se puso en guardia. Mientras mis manos desenredaban cariñosamente la hebra doble de seda, la acerqué a su oído, de modo que percibiese el SONIDO de su trayectoria a través de mis dedos, y cómo se volvía por momentos lánguido, sibilino, ininteligible para el profano…

- “¿Vas… es que vas a atarme, Miss?A se estremeció tan sólo con formular la pregunta.

- “No, A… voy a hacer algo MÁS que eso - le respondí dulcemente- …manos atrás...”

Y mientras mis dedos TEJÍAN una preciosa red de certeros nudos sobre su cuerpo erguido, comencé a explicarle en qué consistía cada movimiento de mi obra de shibari…

- “Primero, inmovilizaré tus manos, alrededor de tus muñecas, y aunque no sientas que te aprietan, no te engañes, pues comprobarás que sí están muy bien SUJETAS… A partir de ese instante, mi cuerda se convertirá en una EXTENSIÓN más de mí… tan PODEROSA, que podrá retenerte o pellizcarte… pero tan SUAVE, que podrá acariciarte o sujetarte… Te recorrerá centímetro a centímetro, erizándote la piel a su paso, haciéndote saber de MI voluntad… para ENVOLVERTE en un cúmulo de sensaciones, hasta verte atrapado en tu propio deseo…”

-“Diosss… Miss.... YA me tienes atrapado… ¡Hazme sentir como dices, por favor!, no imaginas CUÁNTO lo deseo… por favor, mi Ama.”

Y con la pericia de quien teje una red que encierra un SECRETO invisible, mis dedos fueron conduciendo hábilmente las hebras alrededor de sus hombros, bajo su pecho, sobre su torso, arqueando su espalda… Y en cada punto de TENSIÓN, aquel cuerpo aún ciego por la venda y totalmente concentrado en cada poro de su piel, RESPONDÍA con un escalofrío o un leve gemido, a cada estudiado movimiento, acompañando a cada tirón… Como una SÚPLICA imperceptible, que se hacía cada vez más patente sobre aquella piel desnuda y receptiva, entregada ya al misterio REVELADO del tacto de las cuerdas, de la hebra corriendo y enredándose sobre sí misma, del sonido de la pasión hecha ataduras…

Cuando entendí que A había interiorizado ya todo lo que deseaba transmitirle, le arrodillé en el suelo ante el armario, frente al espejo. Retiré cuidadosamente la venda que cubría sus ojos, y por fin pudo verme, a su lado, y CONTEMPLAR detenidamente mi obra de shibari… mi obra, que era él. DESCUBRIRSE en toda su grandeza y desnudez, envuelto en un enigmático acorde de hebras adheridas alrededor de su cuerpo, como una extraña caricia, como un firme abrazo…

-“Gracias, Miss… ¡¡GRACIAS!!” – dos lágrimas de emoción desbordada irrumpieron junto a sus palabras, francas y veraces.



Totalmente CONMOVIDA por su sincero y espontáneo agradecimiento, no pude más que arrodillarme junto a él, tomar su rostro entre mis manos y mirarle a los ojos llena de ORGULLO… Y emocionados los dos, pletóricos y rebosantes de complicidad por lo que habíamos compartido, acabamos fundiéndonos en el más EMOTIVO y apasionado de los abrazos.


Para ti, A, mi pequeño cachorro.
Por todo lo que vivimos, sentimos y compartimos juntos.

lunes, 25 de mayo de 2009

PASSION TIES... (I)

Casualmente, A y yo íbamos a coincidir por trabajo en una misma ciudad, un mismo día. Y ese día estaba muy próximo.
Nos caíamos bien, gracias a nuestro intercambio de algunos mails, con risas, fantasías y confidencias. Un día me pidió una foto, y yo le di a ELEGIR entre verme o conocerme. Y él hizo la elección CORECTA: empezar a dominar su impaciencia.

Y esa noche nos vimos. Cenamos, tomamos vino, charlamos mucho y animadamente, y fuimos alargando la velada con un par de cócteles deliciosos, y luego con dos últimas copas más…


Charlamos con interés agotando hasta el ÚLTIMO minuto, hasta el momento inevitable de enfrentarse a la despedida. Momento en que yo me fui a mi casa y él hacia su hotel.

Era tarde. MUY tarde. Condenadamente bien entrada la madrugada. Y al día siguiente, me tocaba pelear una reunión. Pero yo no quería dormir. Su voz, sus confidencias, sus ganas, su disposición, sus miradas, su ilusión, su timidez a la hora de plantearlo… habían abierto una pequeña MELLA en mí, de algún modo. A, tenía muchas ganas de iniciar un camino… y deseaba más que nada en el mundo que fuese YO quien guiara sus primeros pasos. Y lo confieso: la sola visión de esa idea en mi mente, me arañaba el centro del placer en lo más profundo de las entrañas.




Por eso le envié el primer sms:
- “A… ¿duermes?”
-“No podría hacerlo aunque quisiera…” – fue su respuesta casi instantánea, lo cual me complació infinitamente.

Y así comenzó un largo juego de intercambio de sms CÓMPLICES, en los que yo le ordenaba cosas… y él respondía perfectamente como yo deseaba. Estaba claro que en nuestras mentes, ninguno de los dos daba la noche por terminada… pero vencer la pereza, el frío, el sueño, para acercarse físicamente… era una locura. Y más cuando sabíamos que nuestro primer encuentro, llegara cuando llegase, nos iba a emplear tiempo… no iba a ser precisamente un polvo y a dormir.

Pero Sabina comenzó a retumbar en mi cabeza…

“[…] de ti depende y de mi, que entre los dos siga siendo ayer noche u hoy por la mañana. Olvídate del reloj, nadie se ha muerto por ir sin dormir una vez, al currelo… ¿Por qué comerse un marrón, cuando la vida se luce, poniendo ante ti un caramelo?[…]

Así que decidí convertir las INFAMES 06:30h de la mañana, en un pedacito más aún de "mi ayer noche"... Y así se lo hice saber a A, de camino desde el taxi.

Entré con paso seguro en el hall y di las buenas noches, dejando recepción a mi derecha, tomando el pasillo hasta el ascensor... Habitación 327. De camino hacia ella, me entretuve haciendo RESONAR abiertamente mis tacones sobre el piso. La puerta estaba entornada… parece que A había hecho los deberes. No esperaba menos de él. Como esperaba que hubiese cumplido el resto de todas y cada una de mis EXIGENCIAS, entre ellas la de permanecer desnudo, despierto y pensando en todo lo que le había propuesto, pero sin tocarse en ningún momento. Su último sms, cargado de deseo, no dejaba lugar a dudas:

-“Así lo haré, Miss… Llevaba años sin estar tan excitado sólo con pensamientos”

Y sinceramente, me lo creía.


Cerré la puerta tras de mí.
Sólo una tenue luz sobre la cómoda rompía la oscuridad, pero desde la posición de su cama, él aún no podía verme. Me aproveché de ello para situarme estratégicamente. Avancé un par de pasos, lenta, CADENCIOSAMENTE, asegurándome de que él me oyera bien.

-“Cierra los ojos”- le ordené dulcemente.

Le oí contener la respiración.

-”¿Confías en mí…?”
-“ Sí…”
-“Si.. ¿QUÉ?” – le espeté bruscamente. No soporto la mala educación.
-“ Sí… Miss”
-“ Eso está mejor…” – asentí complacida.

Su respiración agitada me daba la clave de su tremenda excitación. Pero lo que él no sabía, era que ni siquiera toda esa intensidad podría compararse con mi excitación en ese instante, en que A, conscientemente me CEDÍA su deseo para hacer mi voluntad.

Saqué de mi bolso la cinta negra de terciopelo de seda, y me acerqué a vendarle los ojos. Nos habíamos despedido apenas 3 horas antes como amigos… para reencontrarnos sin haberlo previsto, -aunque sí haberlo deseado secretamente-, como AMA y servidor.

Y a partir de ahí, sin saber cómo, el tiempo se DETUVO como en otra dimensión. La tensión sexual inundaba el espacio que compartíamos, y yo estudiaba cada paso, cada roce, cada sonido, para convertirlo en laaargo, leeento… infinitamente lento. Como quien intenta cincelar en el alma, el fuego de unos pensamientos, a golpe CERTERO de pasión.

Y así fue cómo A se enfrentó por primera vez cara a cara con su propio monstruo interior, rompiendo sus barreras y abandonándose ciegamente a mi merced… para llegar a descubrir, emocionado, que su único y verdadero deseo a partir de ese momento, no sería otro que llegar a COMPLACERME...