PERDICIÓN es su segundo nombre.
La mía, concretamente.
Cuando me INYECTA su pasión en vena, directamente desde sus ojos, mis pupilas restallan con el choque de adrenalina y le retan abiertamente, mostrando el OSCURO objeto de nuestro deseo... Inocente y perversa, me muerdo despacito los labios y mi lengua jueguetea traviesamente, esperando su boca.
Boca que llega, siempre ANSIOSA de mí, de nuestros besos caníbales, esos que nos enzarzan en verdaderas batallas campales, de ósculos malditos y labios justicieros, que luchan INCANSABLES hasta triturar toda la esencia que se interpone entre nosotros.
Nos chupamos, nos lamemos, nos masticamos y nos bebemos, hasta que el dulce jugo resultante REBOSA, rezuma por entre nosotros, inundándonos la piel, la barbilla, y hasta los carrillos... Un JUGO que a la vez nos licúa y nos abrasa por dentro... oscuro... palpitante...
FUERTE... como el vínculo que nos une.
INTENSO... como cada momento que compartimos.
PICANTE... como cada una de las miradas que nos cruzamos.
DULZÓN... como el fondo de nuestras intenciones.
Nos separamos, de repente, y sonreímos como niños al vernos las caras tras nuestro lance. Churretes CHIVATOS de color marrón siguen aún deslizándose por entre nuestras comisuras.
Cuando me INYECTA su pasión en vena, directamente desde sus ojos, mis pupilas restallan con el choque de adrenalina y le retan abiertamente, mostrando el OSCURO objeto de nuestro deseo... Inocente y perversa, me muerdo despacito los labios y mi lengua jueguetea traviesamente, esperando su boca.
Boca que llega, siempre ANSIOSA de mí, de nuestros besos caníbales, esos que nos enzarzan en verdaderas batallas campales, de ósculos malditos y labios justicieros, que luchan INCANSABLES hasta triturar toda la esencia que se interpone entre nosotros.
Nos chupamos, nos lamemos, nos masticamos y nos bebemos, hasta que el dulce jugo resultante REBOSA, rezuma por entre nosotros, inundándonos la piel, la barbilla, y hasta los carrillos... Un JUGO que a la vez nos licúa y nos abrasa por dentro... oscuro... palpitante...
FUERTE... como el vínculo que nos une.
INTENSO... como cada momento que compartimos.
PICANTE... como cada una de las miradas que nos cruzamos.
DULZÓN... como el fondo de nuestras intenciones.
Nos separamos, de repente, y sonreímos como niños al vernos las caras tras nuestro lance. Churretes CHIVATOS de color marrón siguen aún deslizándose por entre nuestras comisuras.

Quien lo probó lo sabe.
Porque sin duda, ésa es la MEJOR forma de compartir el mejor CHOCOLATE.
Por el mejor chocolate del mundo...
(Lindt 70% Dark - Cherry & Chilli filling)
Y para J, por saber cómo compartirlo.
9 comentarios:
Delicioso!!!
Siempre tengo una tableta en mi nevera.
mmmmmm
Beso de chocolate
No puedo vivir sin chocolate.
Un gran saludo.
Todas las noxes me acompaña, despues de cenar, una tableta de chocolate VALOR... dice mi mujer que tenga cuidado que es un sustituto del sexo... y que? será con ella? jajajajajajaja.
A tus PIES
Ummmm, veo que compartimos alguna cosita más en común, la pasión por el chocolate… es tan adictivo!!!!
Un beso
Bufff con lo que me gusta a mi el chocolate, vamos!!..
Me encanta volver a leerte mi niña, siempre es un placer encontrarme contigo por aquí..
Te dejo un beso muy dulce
Yo también conozco una manera de llenarse de chocolate...ahí lo tengo...esperando secretamente, un día de estos te lo cuento :-)
Escierto que el chocolate es adictivo, pero es que todo lo bueno lo es. ¿o no?
Besos, a la espera de compartir un rato largo de nuevo
El chocolate, hay tantas formas de disfrutarlo, empezamos a diversificar situaciones?
Besos
Bueeeeeno, si ademàs es compartido en una calurosa tarde de verano, y en buena compañìa,........ es la repera
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